domingo, 6 de diciembre de 2015

¡Que tiempo tan feliz!

¿Para todos los públicos o para maduros?



Ya son seis temporadas las que nos acompaña la abuela Mª Teresa Campos todos los fines de semana, con un saco de contenidos que llaman ¡Qué tiempo tan feliz! y donde la música pretende ser la protagonista y comparte espacio con el cotilleo, la basura y la prevaricación de una presentadora que fue estrella y, que a pesar de los años y los despistes, se resiste a bajarse del protagonismo de “salir por la tele” en un espacio que acaba de conseguir premio en el Festival de Televisión de Vitoria.


¡Qué tiempo tan feliz! la formula

Poco o nada tiene que ver son su canción La vida cambia en un programa, ¡Qué tiempo tan feliz!, cuyo único cambio es el logo del espacio y donde sus contenidos están pensados para aquellos que tienen unas cuantas décadas a sus espaldas vividos en primera persona por su presentadora.

Hace poco, con motivo de la entrevista de Rajoy en ¡Qué tiempo tan feliz!, leí la audiencia y tramos de edad del espacio. Me entristeció profundamente, que pese al esfuerzo semanal de todos aquellos profesionales que están en el despacho y no dan la cara, una de las viejas estrellas de la televisión como Mª Teresa Campos solo aglutine a maduros y maduras que hacen del sofá su herramienta de fin de semana.

Y también, quienes se consideran “estrellas de éxito” llenando plazas de conciertos gratuitos, conocidos como Supersingles y cuyo oficio es destrozar éxitos musicales, en apenas dos líneas para cada uno de ellos y en los que nunca hemos visto o escuchado si son capaces de cantar un tema completo.

¡Qué tiempo tan feliz! el cortijo de la Campos

Si hablamos de política, criticaríamos que altos cargos utilizarían la puerta giratoria. Sin embargo en ¡Qué tiempo tan feliz! tienen a su estrella de fines de semana con su hija, esa que se considera vieja, gorda y fea y, aprovechando que los enchufes pasan por la presentadora, también apostillan a su novio chileno, con algo que hace, otra vez más, negativa la frase La vida cambia, un bigote Arrocet que hace aquello que lleva décadas haciendo igual que décadas anteriores.

¡Qué tiempo tan feliz! la crítica

Partiendo de la base que la televisión tiene el objetivo de entretener y que ellos cumplen con este fin, a pesar de que Telecinco es experta en la telebasura, debemos felicitar a ¡Qué tiempo tan feliz!, a unos y otros, a los que salen y a los que están detrás que son capaces de hacernos las tardes ¿más felices? Si no tenemos un plan mejor.

Y vds ¿qué opinan?




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