¿Para todos los públicos o para maduros?
Ya son seis temporadas las que nos acompaña la abuela Mª
Teresa Campos todos los fines de semana, con un saco de contenidos que llaman ¡Qué
tiempo tan feliz! y donde la música pretende ser la protagonista y comparte
espacio con el cotilleo, la basura y la prevaricación de una presentadora que
fue estrella y, que a pesar de los años y los despistes, se resiste a bajarse del
protagonismo de “salir por la tele” en un espacio que acaba de conseguir premio
en el Festival de Televisión de Vitoria.
¡Qué tiempo tan feliz! la formula
Poco o nada tiene que ver son su canción La vida cambia en un programa, ¡Qué
tiempo tan feliz!, cuyo único cambio es el logo del espacio y donde sus
contenidos están pensados para aquellos que tienen unas cuantas décadas a sus
espaldas vividos en primera persona por su presentadora.
Hace poco, con motivo de la entrevista de Rajoy en ¡Qué
tiempo tan feliz!, leí la audiencia y tramos de edad del espacio. Me
entristeció profundamente, que pese al esfuerzo semanal de todos aquellos
profesionales que están en el despacho y no dan la cara, una de las viejas
estrellas de la televisión como Mª Teresa Campos solo
aglutine a maduros y maduras que hacen del sofá su herramienta de fin de
semana.
Y también, quienes se consideran “estrellas de éxito” llenando
plazas
de conciertos gratuitos, conocidos como Supersingles y cuyo oficio es
destrozar éxitos musicales, en apenas dos líneas para cada uno de ellos y en
los que nunca hemos visto o escuchado si son capaces de cantar un tema
completo.
¡Qué tiempo tan feliz! el cortijo de la Campos
Si hablamos de política, criticaríamos que altos cargos utilizarían
la puerta giratoria. Sin embargo en ¡Qué tiempo tan feliz! tienen a su
estrella de fines de semana con su hija, esa que se considera vieja,
gorda y fea y, aprovechando que los enchufes pasan por la presentadora,
también apostillan a su novio chileno, con algo que hace, otra vez más,
negativa la frase La vida cambia, un
bigote Arrocet que hace aquello que lleva décadas haciendo igual que décadas anteriores.
¡Qué tiempo tan feliz! la crítica
Partiendo de la base que la televisión tiene el objetivo de
entretener y que ellos cumplen con este fin, a pesar de que Telecinco es
experta en la telebasura, debemos felicitar a ¡Qué tiempo tan feliz!, a
unos y otros, a los que salen y a los que están detrás que son capaces de
hacernos las tardes ¿más felices? Si no tenemos un plan mejor.
Y vds ¿qué opinan?
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